Índice:
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Diferentes prioridades gubernamentales en el gasto educativo
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¿En qué países los estudiantes reciben más atención docente y quiénes se quedan sin ella?
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¿Qué países están ofreciendo a los niños una ventaja en la educación infantil?
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¿Dónde tienen los estudiantes mejor acceso a la educación más allá del aula?
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Conectados o excluidos: la brecha digital en la educación escolar
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¿Están las escuelas enseñando las competencias adecuadas para el futuro?
¡Las buenas notas no bastan! El futuro pertenece a quienes dominan las tecnologías digitales, son emocionalmente resilientes y culturalmente curiosos
Preparar a nuestros hijos para el futuro exige mucho más que obtener buenas calificaciones. Hoy en día, los sistemas educativos más visionarios son aquellos que combinan la excelencia académica con el acceso a una estructura digital sólida, el uso de tecnología de vanguardia y una base firme de confianza social y bienestar emocional.
La verdadera preparación no se construye únicamente dentro de las aulas. También depende de entornos de aprendizaje seguros, del enriquecimiento cultural y de la posibilidad de acceder a herramientas que permitan prosperar en un mundo cada vez más interconectado.
El desafío es enorme. Según el Foro Económico Mundial, para 2030 se crearán 170 millones de nuevos empleos, mientras que 92 millones desaparecerán, lo que supone un crecimiento neto de 78 millones de puestos de trabajo. Estos cambios traerán consigo profesiones con requisitos completamente distintos. Por eso, resulta imprescindible que las escuelas y los gobiernos lideren el cambio, combinando rigor académico, fluidez digital, habilidades orientadas al futuro y resiliencia emocional.
Para evaluar qué países están mejor preparados, el equipo de GoStudent analizó un conjunto de indicadores que abarcan:
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Inversión gubernamental en educación
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Proporción de alumnos por docente
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Participación en la educación infantil
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Resultados PISA
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Factores sociales y culturales como número de bibliotecas, museos, índices de seguridad y niveles de felicidad
De manera especial, se puso énfasis en la infraestructura digital y en las competencias vinculadas al futuro, evaluando el acceso a la tecnología en las aulas, la disponibilidad de herramientas de aprendizaje con inteligencia artificial y la preparación de los docentes para enseñar en este ámbito. También se consideró cómo las escuelas apoyan el bienestar mental de los estudiantes, entendiendo que la resiliencia emocional será un pilar básico en la educación del mañana.
El análisis situó al Reino Unido, Alemania y Austria a la cabeza de los países mejor preparados, gracias a su capacidad de equilibrar un sólido rendimiento académico con innovación digital, acceso cultural y sistemas de apoyo al estudiante.
Teniendo en cuenta todos estos factores, el Reino Unido, Alemania y Austria ocuparon los primeros puestos entre los países analizados, destacando por su capacidad para equilibrar el rendimiento académico con la innovación digital, el acceso cultural y sólidos sistemas de apoyo al estudiante.
Diferentes prioridades gubernamentales en el gasto educativo
En la última década, los cambios en la financiación educativa han puesto en evidencia las verdaderas prioridades de cada país. Las diferencias son notables y marcan el rumbo de sus sistemas escolares.
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🇦🇹 Austria: aumento del 14% en la inversión en educación primaria desde 2012, lo que refleja un compromiso creciente con la enseñanza en los primeros años.
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🇩🇪 Alemania: incremento cercano al 14% en la educación secundaria superior entre 2012 y 2023, además de un crecimiento sólido en otros niveles educativos.
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🇮🇹 Italia: caída significativa del 12% en la financiación de la educación secundaria inferior desde 2012.
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🇫🇷 Francia: descensos de más del 3% en primaria y del 5% en bachillerato.
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🇬🇧 Reino Unido: crecimiento del 11,5% en bachillerato, contrarrestado por reducciones en las etapas más tempranas.
Esta inversión desigual plantea una pregunta incómoda: si los gobiernos no financian cada etapa del aprendizaje con la misma urgencia, ¿cómo pueden esperar preparar a los estudiantes para las exigencias de un futuro impredecible y en rápida evolución?
¿En qué países los estudiantes reciben más atención docente y quiénes se quedan sin ella?
El número de alumnos por profesor es un indicador fundamental de las condiciones en el aula y de la atención individual que los estudiantes pueden recibir. En Europa, las diferencias son notables, especialmente en los primeros años:
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🇩🇪 Alemania: poco más de 10 niños por docente en educación infantil.
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🇫🇷 Francia: más de 24 niños por docente en la misma etapa.
Es importante subrayar que el tamaño de la clase y la proporción de alumnos por profesor no son lo mismo. Mientras que el tamaño de clase mide cuántos estudiantes hay en un aula concreta, la proporción refleja la relación entre el número total de alumnos y el conjunto del personal docente. Así, dos países pueden tener proporciones similares y, aun así, clases de tamaños muy distintos, lo que impacta directamente en la cantidad de atención que recibe cada alumno.
Según Felix Ohswald, CEO y cofundador de GoStudent:
“A medida que los sistemas educativos adoptan más herramientas digitales, sigue siendo fundamental mantener un tamaño de clases manejables, especialmente para garantizar que las nuevas tecnologías mejoren la calidad de la enseñanza, en lugar de sustituirla.”
Aunque las clases más numerosas pueden suponer un ahorro en costes, el precio a pagar es elevado: menos interacción, más tiempo dedicado a gestionar el comportamiento y menos espacio para la enseñanza real. De hecho, el 75% de los profesores encuestados en los países analizados cree que sus gobiernos no están haciendo lo suficiente para reducir el número de alumnos por clase.
Ante esta situación, muchos padres recurren a las clases particulares en línea para compensar esa falta de atención, buscando un apoyo más personalizado y adaptado a las necesidades específicas de sus hijos. En un sistema educativo preparado para el futuro, la clave estará en encontrar el equilibrio adecuado: proteger tanto los resultados de aprendizaje como el bienestar del profesorado.
¿Qué países están ofreciendo a los niños una ventaja en la educación infantil?
El acceso a la educación infantil juega un papel decisivo en el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños, sentando las bases para un aprendizaje sólido a lo largo de toda la vida. Sin embargo, la participación en esta etapa temprana —especialmente en el caso de los menores de tres años— varía mucho entre países, reflejando no solo diferencias en las políticas públicas, sino también aspectos culturales y modelos de cuidado familiar.
En países como España y Alemania, la matriculación temprana es mucho más habitual: más del 39% de los niños menores de tres años asisten a una institución formal de educación infantil. En el caso alemán, desde 2013 todo niño a partir de un año tiene derecho legal a una plaza de guardería, una medida respaldada por la financiación federal y la expansión de la oferta pública. Este cambio legislativo supuso un antes y un después, ya que incrementó notablemente la participación y facilitó la reincorporación laboral de los padres.
En contraste, la situación es muy diferente en otros países:
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🇫🇷 Francia: presenta tasas bajas de matriculación en menores de tres años, aunque ofrece cobertura universal para los niños de 3 a 5 años.
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🇮🇹 Italia: también mantiene cifras bajas de matriculación temprana, lo que en parte refleja una preferencia cultural por el cuidado parental o informal en los primeros años de vida.
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🇬🇧 Reino Unido: garantiza cobertura total a partir de los 3 años, pero muestra una participación relativamente baja entre los más pequeños, probablemente por falta de acceso a cuidados asequibles o por diferencias en las políticas de permisos parentales.
En definitiva, los países que logran garantizar una educación infantil temprana y accesible ofrecen a los niños una ventaja significativa en su desarrollo, al tiempo que apoyan la conciliación familiar y laboral.
¿Dónde están los sistemas educativos con mejor desempeño?
El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), dirigido por la OCDE, es uno de los referentes más reconocidos a nivel mundial para medir el rendimiento educativo. Cada tres años, este informe examina a estudiantes de 15 años en materias clave con el objetivo de evaluar hasta qué punto son capaces de aplicar sus conocimientos en contextos reales.
Si bien los resultados de PISA no lo reflejan todo, sí ofrecen una visión valiosa sobre la calidad y el desempeño de los sistemas educativos. Un dato interesante es que los países que mantienen una inversión sólida y sostenida en educación, como Austria y Alemania, suelen obtener mejores resultados en estas evaluaciones. Esto sugiere un vínculo entre la constancia de la inversión pública y el rendimiento académico de los estudiantes.
Sin embargo, la inversión por sí sola no garantiza un alto desempeño. La manera en la que se utilizan los recursos es igualmente determinante: el apoyo al profesorado, la calidad del currículo y las políticas de inclusión educativa son factores que influyen directamente en los logros de los alumnos.
En resumen, PISA refleja que la excelencia educativa no depende solo de cuánto se invierte, sino de cómo se gestionan los recursos para potenciar el aprendizaje real y sostenible.
¿Dónde tienen los estudiantes mejor acceso a la educación más allá del aula?
El aprendizaje no se detiene en la puerta del aula. El acceso a bibliotecas y museos brinda a los niños oportunidades esenciales para explorar, cuestionar y conectar con el mundo que les rodea. Estas experiencias enriquecen la educación formal con contexto real, creatividad y pensamiento crítico.
Según Felix Ohswald, CEO de GoStudent, fomentar el amor por el aprendizaje más allá de la escuela es fundamental para formar niños curiosos y seguros de sí mismos:
“La educación formal sienta las bases, pero son las experiencias fuera del colegio, como visitar museos, descubrir bibliotecas y hacerse grandes preguntas, las que a menudo despiertan las formas de aprendizaje más profundas y duraderas.”
A continuación, algunas estrategias que pueden ayudar a las familias a aprovechar al máximo la educación fuera del aula:
1. Relaciona los temas de clase con la vida real
Si tu hijo está aprendiendo sobre Shakespeare o literatura inglesa, llévalo a ver una obra de teatro o busca libros que den vida al dramaturgo. Así reforzará sus conocimientos de una manera más memorable y atractiva.
2. Haz que las salidas sean colaborativas, no instructivas
Deja que tu hijo tome la iniciativa. Pregúntale qué le gustaría explorar y sigue su curiosidad. Cuando las visitas se convierten en experiencias compartidas, en lugar de lecciones rígidas, resultan mucho más inspiradoras.
3. Usa los recursos digitales para ampliar el acceso
Muchas bibliotecas y museos ofrecen aplicaciones interactivas, visitas virtuales o pódcasts para niños. Además, las herramientas con inteligencia artificial, como las apps de aprendizaje personalizado o los asistentes de tareas, permiten explorar los temas a su propio ritmo. Son ideales para fines de semana o días de lluvia en casa.
4. Crea hábitos en torno a la curiosidad
Visitas regulares a la biblioteca, retos de lectura o “días de descubrimiento” en familia pueden transformar el aprendizaje en un hábito para toda la vida. El objetivo es construir un entorno donde las preguntas sean bienvenidas y la exploración siempre incentivada.
En definitiva, cuanto más vean los niños el aprendizaje como algo que pueden hacer y no como algo que tienen que hacer, más motivados estarán y mejor preparados estarán para el futuro.
5. No tengas miedo de pedir refuerzos
Si tu hijo siente pasión por un tema fuera de tu área de conocimiento —programación, escritura creativa o matemáticas avanzadas—, considera apoyarte en un profesor online. Un refuerzo personalizado puede aumentar su confianza, alimentar la curiosidad y convertir un interés pasajero en una fortaleza duradera.
Los estudiantes felices aprenden mejor
Cuando los niños crecen en países con escuelas seguras, profesores que los apoyan y comunidades que se preocupan por su bienestar, desarrollan la confianza necesaria para concentrarse, participar y prosperar en su educación.
Según el Informe GoStudent sobre el futuro de la educación 2025:
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El 40% de los docentes considera que la gestión del estrés es una de las habilidades más importantes que los alumnos deben aprender para tener éxito en el futuro.
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El 35% de los estudiantes coincide en esa misma valoración.
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Casi una cuarta parte del profesorado (22%) señala la necesidad de recibir formación en salud mental y bienestar para poder preparar mejor a los alumnos de cara al mundo laboral.
A medida que aumentan las exigencias académicas y digitales, construir entornos escolares más sanos y seguros deja de ser una opción: se convierte en un requisito indispensable. Los estudiantes deben sentirse emocionalmente protegidos, socialmente respaldados y preparados para gestionar el estrés si queremos que estén listos para la vida más allá del aula.
Conectados o excluidos: la brecha digital en la educación escolar
La tecnología está transformando el mundo laboral a un ritmo acelerado, y las escuelas se ven cada vez más presionadas para garantizar que los estudiantes salgan del aula con fluidez digital, capacidad de adaptación y preparación para el futuro. Desde la programación y la educación en inteligencia artificial hasta la comprensión de datos y la ciberseguridad, las competencias digitales se han convertido en una herramienta imprescindible en el arsenal de cualquier estudiante.
Los resultados muestran una creciente concienciación sobre esta necesidad, pero también evidencian una clara brecha en la preparación:
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🇬🇧 Reino Unido: el 38% de los docentes cree que la IA debe formar parte del currículo, pero solo el 26% ha recibido formación específica.
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🇩🇪 Alemania: cifras ligeramente mejores, con un 38% de docentes formados y un 30% a favor de integrar la IA en las aulas.
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🇦🇹 Austria y 🇮🇹 Italia: puntuaciones más bajas tanto en infraestructura tecnológica como en la preparación del profesorado.
Para que los sistemas educativos puedan mantenerse al ritmo de los rápidos cambios tecnológicos, la preparación digital debe ir más allá de proporcionar dispositivos. Es fundamental que los docentes cuenten con la formación, la confianza y los recursos necesarios para integrar las competencias orientadas al futuro en el aprendizaje cotidiano.
¿Están las escuelas enseñando las competencias adecuadas para el futuro?
La tecnología, la automatización y las nuevas industrias están transformando el mercado laboral a una velocidad vertiginosa. Muchos de los niños de hoy trabajarán en profesiones que todavía no existen, lo que hace más urgente que nunca que las escuelas se centren en competencias adaptables y orientadas al futuro, en lugar de limitarse a conocimientos vinculados a las trayectorias profesionales actuales.
Preparar a los estudiantes para este escenario implica dotarlos de herramientas como:
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Creatividad, para encontrar soluciones innovadoras en entornos cambiantes.
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Resiliencia, para afrontar la incertidumbre y los desafíos de un mercado laboral en constante transformación.
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Alfabetización digital, que les permita prosperar en carreras y sectores que aún están por definirse.
¿Qué debe cambiar?
La investigación de GoStudent lo deja claro: mientras algunos países avanzan hacia un equilibrio entre rendimiento académico, preparación digital, acceso cultural y bienestar emocional, otros se están quedando atrás al no ofrecer la financiación, la formación y la infraestructura necesarias para garantizar el futuro de sus sistemas educativos.
Si queremos que las escuelas se adapten a las realidades de mañana, los gobiernos deben dejar de tratar la formación docente, el apoyo en salud mental y la infraestructura digital como extras opcionales. Sin una inversión urgente y sostenida, incluso las mejores intenciones corren el riesgo de desmoronarse bajo sistemas obsoletos, docentes sobrecargados y un acceso desigual a las oportunidades.
Según advierte Felix Ohswald, CEO y cofundador de GoStudent:
“No podemos seguir pidiendo a los profesores que preparen a los alumnos para un mundo en constante cambio sin darles el tiempo, las herramientas y la formación necesarios para lograrlo. Un sistema educativo preparado para el futuro no es un lujo, es una responsabilidad nacional. El coste de la inacción se medirá en potencial perdido.”
La preparación para el futuro exige liderazgo audaz, voluntad política y un compromiso firme de construir no solo escuelas, sino verdaderos ecosistemas de aprendizaje que sean seguros, inclusivos, digitalmente competentes y con un sólido apoyo emocional. Esto significa reconocer que el aprendizaje ocurre en todas partes: en las aulas, en los espacios culturales, a través de plataformas de tutoría online e incluso en el propio hogar.
Todo lo que esté por debajo de este nivel será condenar a nuestros hijos al fracaso en un mundo que no esperará a que se pongan al día.
Fuentes y metodología:
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Gasto público por estudiante – OECD Education at a Glance (2024); OECD Data Explorer
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Ratio alumno–profesor (países no pertenecientes al Reino Unido) – Eurostat
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Ratio alumno–profesor (Reino Unido, 2023) – UK Department for Education: Education and Training Statistics for the UK 2023
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Proporción alumno–profesor (Reino Unido, 2014) – UK Department for Education: Education and Training Statistics for the UK 2014
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Escolarización en educación infantil – OECD Education statistics
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Resultados PISA – OECD PISA Data Explorer
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Número de bibliotecas – IFLA Library Map of the World
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Número de museos – Tripadvisor
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Índice de seguridad – Numbeo Crime Index
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Índice de felicidad – World Happiness Report
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Ranking de infraestructura tecnológica – Network Readiness Index
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Nivel educativo alcanzado (jóvenes de 25 a 34 años sin educación secundaria superior) – OECD Education at a Glance (2024)
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Acceso de los estudiantes a la tecnología y a herramientas de aprendizaje con IA; opiniones de los docentes sobre la integración curricular, competencias en IA, confianza, formación, efectividad de la evaluación y apoyo en bienestar emocional – informe de GoStudent sobre el futuro de la educación 2025.
La encuesta se llevó a cabo entre noviembre y diciembre de 2024 en Austria, Alemania, España, Francia, Italia y el Reino Unido. Se encuestó a 5.859 padres o tutores y a sus 5.859 hijos, de entre 10 y 16 años. La muestra del Reino Unido incluyó un total de 1.000 padres/tutores y 1.000 niños. Para ofrecer una visión integral sobre la educación, la encuesta incorporó a profesores de una amplia gama de asignaturas. En el caso del Reino Unido, la muestra incluyó a 50 docentes.