ESPAÑA, MADRID, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Los Países Mejor Preparados para la Educación del Futuro 

¡Las buenas notas no bastan! El futuro pertenece a quienes dominan las tecnologías digitales, son emocionalmente resilientes y culturalmente curiosos.

Preparar a nuestros hijos para el futuro exige mucho más que sacar buenas calificaciones. Hoy en día, los sistemas educativos más visionarios son aquellos que combinan la excelencia académica con el acceso a una estructura digital sólida,  tecnología de vanguardia y una base sólida de confianza social y bienestar emocional. La verdadera preparación no solo se construye en las aulas, sino también en entornos de aprendizaje seguros, en el enriquecimiento cultural y en el acceso a herramientas necesarias para prosperar en un futuro digitalmente interconectado.

Y lo que está en juego es cada vez mayor. Para 2030, se prevé la creación de 170 millones de nuevos empleos y la desaparición de 92 millones, lo que supone un aumento neto de 78 millones de puestos de trabajo, según el Foro Económico Mundial. Estos nuevos roles demandarán competencias totalmente distintas y nuevas. Para estar a la altura, las escuelas y los gobiernos deben liderar el cambio, combinando el rigor académico con la fluidez digital, las habilidades orientadas al futuro y la resiliencia emocional que todo niño necesitará para triunfar en un mundo imprevisible e impulsado por la tecnología.

Para evaluar qué países están preparando mejor a sus estudiantes, el equipo de GoStudent analizó un amplio conjunto de indicadores. Nuestra metodología revisa la inversión gubernamental en educación, la proporción de alumnos por docente, las tasas de participación en la educación infantil y las puntuaciones PISA, junto con factores culturales y sociales, como el número de bibliotecas y museos, los índices de seguridad nacional y los niveles generales de felicidad.

De manera clave, pusimos un fuerte énfasis en la infraestructura digital y en las competencias orientadas al futuro. Esto incluyó la evaluación del acceso a la tecnología en las escuelas, la disponibilidad de herramientas de aprendizaje con IA y la confianza y formación de los docentes para impartir educación relacionada con la inteligencia artificial. También consideramos cómo las escuelas apoyan el bienestar mental de los estudiantes, lo que refleja la creciente necesidad de resiliencia emocional como pilar fundamental de la preparación para el futuro.

Teniendo en cuenta todos estos factores, el Reino Unido, Alemania y Austria ocuparon los primeros puestos entre los países analizados, destacando por su capacidad para equilibrar el rendimiento académico con la innovación digital, el acceso cultural y sólidos sistemas de apoyo al estudiante.

Diferentes prioridades Gubernamentales en el gasto educativo

En la última década, los cambios en la financiación educativa han dejado en claro cuáles son las verdaderas prioridades nacionales, y las diferencias son notables. Austria lidera la clasificación con un aumento del 14% en la inversión en educación primaria desde 2012, lo que refleja un creciente compromiso con la enseñanza en los primeros años. Alemania muestra un fuerte crecimiento en todos los niveles educativos, pero especialmente en la educación secundaria superior, donde la financiación aumentó casi un 14% entre 2012 y 2023.

En otros países, el panorama es mucho menos alentador. Italia registró una caída significativa del 12% en la financiación de la educación secundaria inferior desde 2012, mientras que en Francia la inversión en primaria y en bachillerato disminuyó más de un 3% y un 5%, respectivamente. En el Reino Unido, la situación es mixta: aunque la financiación de bachillerato creció un 11,5%, este avance se ve contrarrestado por descensos en las etapas más tempranas.

Esta inversión tan desigual plantea una incómoda pregunta: si los gobiernos no financian cada etapa del aprendizaje con la misma urgencia, ¿cómo pueden esperar preparar a los estudiantes para las exigencias de un futuro impredecible y en rápida evolución?

¿En qué países los estudiantes reciben más atención docente y quiénes se quedan sin ella?

El número de alumnos por profesor ofrece una perspectiva clave sobre las condiciones en el aula y la atención individual que los estudiantes pueden recibir. En Europa, estas proporciones varían mucho, especialmente en los primeros años, y van desde poco más de 10 niños por docente en educación infantil en Alemania, hasta más de 24 en Francia.

Es importante señalar que el tamaño de la clase y la proporción de alumno por profesor no son lo mismo. El tamaño de la clase mide cuántos estudiantes hay en un aula concreta, mientras que la proporción de alumnos por profesor se refiere al número total de alumnos en relación con el conjunto del personal docente. Dos países pueden tener proporciones similares y, sin embargo, clases de tamaños muy distintos, con implicaciones significativas en la cantidad de atención directa que recibe cada estudiante.

Según Felix Ohswald, CEO y cofundador de GoStudent: “A medida que los sistemas educativos adoptan más herramientas digitales, sigue siendo fundamental mantener un tamaño de clases manejables, especialmente para garantizar que las nuevas tecnologías mejoren la calidad de la enseñanza, en lugar de sustituirla.”

Las clases numerosas pueden suponer un ahorro de costes, pero el precio es una interacción reducida, más tiempo dedicado a la gestión del comportamiento y menos tiempo a la enseñanza real. De hecho, el 75% de los profesores que encuestamos en los mercados analizados no cree que sus respectivos gobiernos estén haciendo lo suficiente para reducir el número de alumnos por clase.

Ante estos retos, muchos padres recurren a las clases particulares en línea para cubrir esa carencia, buscando un apoyo más personalizado y un aprendizaje específico que la escuela, en ocasiones, no puede ofrecer. En un sistema educativo preparado para el futuro, la clave debe estar en encontrar el equilibrio adecuado, uno que proteja tanto los resultados de aprendizaje como el bienestar del profesorado.

¿Qué países están ofreciendo a los niños una ventaja en la educación infantil?

El acceso a la educación infantil desempeña un papel crucial en el desarrollo cognitivo, social y emocional, sentando las bases para el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Sin embargo, las tasas de participación, especialmente en el caso de los menores de tres años, varían considerablemente entre países, reflejando a menudo diferencias culturales más profundas, así como políticas familiares y modelos de cuidado infantil.

En países como España y Alemania, la matriculación temprana es más habitual: más del 39% de los niños menores de tres años asisten a una institución formal de educación infantil. Una sólida infraestructura pública de guarderías o educación infantil y políticas sociales de apoyo resultan claves para que los padres puedan reincorporarse al trabajo. Desde 2013, en Alemania todo niño a partir de un año tiene derecho legal a una plaza de guardería, respaldada por financiación federal y una gran expansión de la oferta pública. Este cambio legislativo ha incrementado notablemente la participación en la educación infantil, al hacer que el cuidado de niños sea más accesible, fiable e integrado en la vida cotidiana de las familias.

Por el contrario, Francia e Italia presentan tasas de matriculación mucho más bajas en la franja de menores de tres años, pese a que Francia alcanza la cobertura universal para los niños de 3 a 5 años.  Estas tasas de matriculación temprana más bajas pueden reflejar una preferencia cultural por el cuidado parental o informal en los primeros años de vida.

El Reino Unido, por su parte, destaca por ofrecer cobertura total a partir de los 3 años, pero con una participación relativamente baja entre los más pequeños, lo que apunta a una posible carencia de acceso a cuidados tempranos asequibles o a diferencias en las políticas de permisos parentales.

¿Dónde están los sistemas educativos con mejor desempeño?

El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) es uno de los referentes más reconocidos a nivel mundial para evaluar los resultados educativos. Dirigido por la OCDE, PISA examina cada tres años a estudiantes de 15 años en materias clave  para determinar en qué medida están preparados para aplicar sus conocimientos en contextos reales.

Si bien los resultados de PISA no lo reflejan todo, ofrecen una visión valiosa sobre el rendimiento académico de los sistemas educativos. Curiosamente, los países con una inversión sólida o constante, como Austria y Alemania, tienden a obtener buenos resultados, lo que sugiere un posible vínculo entre la inversión pública sostenida y el desempeño estudiantil. Dicho esto, la inversión por sí sola no garantiza un alto rendimiento; la forma en que se utilizan los recursos, desde el apoyo al profesorado hasta la calidad del currículo, también desempeña un papel fundamental.

¿Dónde tienen los estudiantes mejor acceso a la educación más allá del aula?

El aprendizaje no se detiene en la puerta del aula. El acceso a bibliotecas y museos brinda a los niños oportunidades esenciales para explorar, cuestionar y conectar con el mundo que les rodea, enriqueciendo la educación formal con contexto real, creatividad y pensamiento crítico.

Según Felix, fomentar el amor por el aprendizaje más allá de la escuela es fundamental para formar niños curiosos y seguros de sí mismos, preparados para el futuro. “La educación formal sienta las bases”, explica Felix, “pero son las experiencias fuera del colegio, como visitar museos, descubrir bibliotecas y hacerse grandes preguntas, las que a menudo despiertan las formas de aprendizaje más profundas y duraderas.”

1. Relacione los temas de clase con la vida real 

“Si tu hijo está aprendiendo sobre Shakespeare o literatura inglesa, llévalo a ver una obra de teatro o busca libros que den vida al dramaturgo. Esto puede ayudar a reforzar los conocimientos de una manera más memorable y atractiva.”

2. Haz que las salidas sean colaborativas, no instructivas

“Deja que tu hijo tome la iniciativa. Pregunta qué le gustaría explorar y sigue su curiosidad. Convertir las visitas en experiencias compartidas, en lugar de lecciones, las hace mucho más inspiradoras.”

3. Usa los recursos digitales para ampliar el acceso

“Muchas bibliotecas y museos ofrecen aplicaciones interactivas, visitas virtuales o pódcasts adaptados a niños. Las herramientas con inteligencia artificial, como las apps de aprendizaje personalizado o los asistentes de tareas, también pueden ayudar a que los niños exploren los temas a su propio ritmo. Estos recursos son ideales para aprender los fines de semana o en días de lluvia en casa.”

4. Crea hábitos en torno a la curiosidad

“Las visitas regulares a la biblioteca, los retos de lectura o los ‘días de descubrimiento’ en familia pueden convertir el aprendizaje en un hábito para toda la vida. El objetivo es construir un entorno donde las preguntas sean bienvenidas y la exploración esté siempre incentivada.”

“En definitiva, cuanto más vean los niños el aprendizaje como algo que pueden hacer en lugar de algo que tienen que hacer, más motivados estarán y más preparados para el futuro se volverán.”

5. No tengas miedo de pedir refuerzos

“Si tu hijo siente pasión por un tema que queda fuera de tu área de conocimiento —ya sea programación, escritura creativa o matemáticas avanzadas—, considera recurrir a un tutor online que pueda ayudarle a profundizar. Un apoyo personalizado puede aumentar su confianza, alimentar la curiosidad y transformar un interés pasajero en una fortaleza duradera.”

Los estudiantes felices aprenden mejor

Cuando los niños crecen en países con escuelas seguras, profesores que los apoyan y comunidades que se preocupan por su bienestar, desarrollan la confianza necesaria para concentrarse, participar y prosperar en su educación.

Según el informe de GoStudent sobre el futuro de la educación 2025, el 40% de los docentes identificó la gestión del estrés como una de las habilidades más importantes que se deben enseñar a los alumnos para que tengan éxito en el futuro, y el 35% de los alumnos estuvo de acuerdo. Casi una cuarta parte del profesorado (22%) también identificó la necesidad de recibir formación sobre salud mental y bienestar para preparar a los estudiantes para el mundo laboral. 

A medida que aumentan las exigencias académicas y digitales, construir entornos escolares más sanos y seguros, en los que los estudiantes se sientan emocionalmente protegidos, socialmente respaldados y preparados para gestionar el estrés, ya no es una opción. Es una parte esencial de su preparación para la vida más allá del aula.

Conectados o excluidos: la brecha digital en la educación escolar

A medida que la tecnología sigue transformando el mundo laboral, las escuelas afrontan una presión creciente para garantizar que los estudiantes salgan del aula con fluidez digital, capacidad de adaptación y preparación para el futuro. Desde la programación y la educación en inteligencia artificial hasta la comprensión de datos y la ciberseguridad, las competencias digitales se están convirtiendo en una herramienta esencial en el arsenal de cualquier estudiante.

Los resultados reflejan una creciente concienciación, pero también una clara brecha en la preparación. Mientras que el 38% de los docentes en el Reino Unido cree que la IA debe formar parte del currículo, solo el 26% ha recibido formación específica. Alemania presenta cifras un poco mejores: un 38% de docentes han sido formados y un 30% están a favor de integrar la IA en las aulas. Austria e Italia, en cambio, muestran puntuaciones más bajas en infraestructura tecnológica y una preparación limitada del profesorado.

Para que los sistemas educativos puedan mantenerse al ritmo de los rápidos cambios tecnológicos, la preparación digital debe ir más allá del acceso a dispositivos. Es imprescindible dotar a los docentes de la formación, la confianza y los recursos necesarios para incorporar las competencias orientadas al futuro en el aprendizaje cotidiano.

¿Están las escuelas enseñando las competencias adecuadas para el futuro?

La tecnología, la automatización y las nuevas industrias están transformando el mercado laboral a una velocidad vertiginosa, y muchos de los niños de hoy trabajarán en profesiones que aún no existen. Esto hace que sea más importante que nunca que las escuelas se centren en competencias adaptables y preparadas para el futuro, y no solo en conocimientos vinculados a las trayectorias profesionales actuales.

A medida que el mercado laboral sigue evolucionando, preparar a los estudiantes para su futuro significa dotarlos de creatividad, resiliencia y alfabetización digital que les permita prosperar en carreras que todavía no podemos imaginar.

¿Qué debe cambiar?

Nuestra investigación lo deja claro: mientras algunos países avanzan en equilibrar el rendimiento académico con la preparación digital, el acceso cultural y el bienestar emocional, muchos otros se están quedando atrás en ofrecer la financiación, la formación y la infraestructura necesarias para garantizar el futuro de sus sistemas educativos. 

Si queremos que las escuelas se adapten a las realidades de mañana, los gobiernos deben dejar de tratar la formación docente, el apoyo en salud mental y la infraestructura digital como extras opcionales. Sin una inversión urgente y sostenida, hasta las mejores intenciones se desmoronarán bajo sistemas obsoletos, docentes sobrecargados y un acceso desigual a las oportunidades.

Como advierte Felix:

“No podemos seguir pidiendo a los profesores que preparen a los alumnos para mundo en constante cambio sin darles el tiempo, las herramientas y la formación necesarios para lograrlo. Un sistema educativo preparado para el futuro no es un lujo, es una responsabilidad nacional. El coste de la inacción se medirá en potencial perdido.”

La preparación para el futuro exige liderazgo audaz, voluntad política y un compromiso de construir no solo escuelas, sino tambien ecosistemas de aprendizaje que sean seguros, inclusivos, digitalmente capaces y que brinden apoyo emocional. Esto significa reconocer que el aprendizaje ocurre en todas partes: en las aulas, en los espacios culturales, a través de plataformas de tutoría online o incluso en el propio hogar. Cualquier cosa por debajo de este nivel es condenar a nuestros hijos al fracaso en un mundo que no esperará a que se pongan al día.

Fuentes y metodología

La encuesta se llevó a cabo entre noviembre y diciembre de 2024 en Austria, Alemania, España, Francia, Italia y el Reino Unido. Se encuestó a 5.859 padres o tutores y a sus 5.859 hijos, de entre 10 y 16 años. La muestra del Reino Unido incluyó un total de 1.000 padres/tutores y 1.000 niños. Para ofrecer una visión integral sobre la educación, la encuesta incorporó a profesores de una amplia gama de asignaturas. En el caso del Reino Unido, la muestra incluyó a 50 docentes.